viernes, 16 de diciembre de 2011

SINERGIA GENERACIONAL Y EDUCACIÓN

Eriberto De Pablo

Aun cuando se impone la mortalidad y con ella la necesaria contingencia del hombre, cuya existencia oscila entre ser y no ser, el trasvasamiento generacional es un hecho natural, pero que, socialmente considerado, también lo es –en gran medida- político-cultural. Los hechos concausales, obligan  tener presente objetivos, proyectos, ideales, valores, intenciones, etc., intergeneracionales. Proyectos a largo plazo, comprometen a las generaciones por venir, conflictos no resueltos se imponen a las siguientes como así también, las armonías consensuadas sino determinan, ciertamente, condicionan la direccionalidad y empuje de los emprendimientos sociales y/o políticos. Es decir, la historia viene a impulsos de una relativa sinergia del continuo generacional, que obliga tener presente, aun cuando se decida por la ruptura, la visagra, el trasvasamiento, etc. Indudablemente, cualquiera sea la opción o decisión,  afecta al colectivo social.

Es dable observar que tales fuerzas del pretérito, sea respecto del pasado propiamente dicho y/o de los futuribles pretendidos, actúan de forma tal que es insoslayable tratarlos, en particular, cuando se pretende capitalizarlos en función de nuevos proyectos en tiempos prehipotéticos. La educación, como variable interviniente, debe considerar y ponderar el campo histórico-pedagógico inteligible resultante que se convierte en proyecto global  obligante a una educación consecuente. Por sinergia y por proyectos, la educación, en todas sus formas se presenta como factor interviniente, tanto como conservadora y a la vez, innovadora, transformadora, informadora, formadora y concientizadora.

El Proyecto del 80, en Argentina, logró sobrevivir, aunque agónicamente, desde 1930, casi una centuria- En 1955, lo pretenden reinstalar, logrando su grosera imposición en 1976, con los costos en vidas, económico, social y cultural, con un genocido de lesa humanidad, con juicios a perpetuidad, y aun pendientes, en más de las dos terceras partes, con desaparecidos, de los que el complot siniestro del silencio, niega su existencia -aun cuando se descubran año tras año, tumbas NN o sepulcros colectivos- de quienes sínicamente dijera Videla, “no están” “desaparecieron” “no tienen entidad” no existen” Desde aquí, dada la línea histórica liberal  Mayo-caseros, de pertenencia castrense del 76. Línea que sostiene la historiografía oficial y la educación liberal del 80, obliga, ante tamaños resultados, a un cambio en la educación y formación de los argentinos. Que por hipocresía en sus discursos, de vacuas humanidades, perdió de vista al hombre concreto, situado no sólo en "Corrientes y Esmeralda". Con paliativos que no arreglan ni garantizan un cambio en profundidad e integralidad por sólo - aunque importantes tratar-  los derechos humanos, descuidando, a su vez, la contracara de los mismos,  como son las obligaciones del hombre. Y la primera: ser más humanos, que es lo mismo que decir, menos bestias, esto es más racionales. Si la educación “homérica” nos condujo a tal estado de barbarie, habrá que replantearse las posibilidades fundamentales para una reapertura "hesiódica".

Por empezar, habrá que recuperar, frente a la debacle, los valores esenciales que hacen del hombre fin en si mismo y, a la vez, útil para si, para la Sociedad, Dios y la Patria. Supuestos explícitos y/o subyacentes desde la Constitución Nacional, con invocaciones diarias de fe, cívicas, religiosas y/o personales, etc. La EDUCACIÓN, SALVO POR UNA ACTITUDE DE NECEDAD Y/O SOBERBIA, PUEDE PRESCINDIR DE ESTE DATO DE LA REALIDAD QUE VIENE DESDE EL MISMO MOMENTO EN QUE EL HOMBRE por FE SUPERÓ LOS INSTINTIVO Y LIBERO LA RAZON. ¡Que se sepa los irracionales no tienen creencias ni fe, ni Patria ni Dios!. La Educación misma nació entre sirios, candelas, altares, capillas, iglesias y catedrales, y tuvo a Jesús, para los cristianos, por Maestro, por antonomasia además de ser Hijo de Dios Para la mayoría en y para San Pablo en Dios “vivimos, nos movemos y somos”.Es decir existen altares de Dios y altares de la Patria.

La transitividad, de pasar del instinto a la fe, de ésta, a la razón y de aquí, a la intuición, es un tema, no religioso sino pedagógico antropológico. Desde aquí, el abordaje se distancia de la educación ”nico-mitro-sarmientina”,  si tenemos cuenta, que el primero Nico (Avellaneda) escribió “La Escuela sin religión”, en tanto confeso católico; por su parte, Sarmiento, en respuesta escribe “La Escuela sin la religión de mi mujer” en la que demuestra -aparte de ironizar la hegemonica posición de la mujer de Nicolas- haber sido autor de catecismo y programas religiosos, desde un amplio conocimiento de la problemática. Y Mitre aunque confeso masón, de ningún modo es ateo y/o areligioso menos antireligioso. Por otra parte, como factótum del Proyecto del 80, la religión católica en varios artículos es parte de la Constitución Nacional, desde el Preámbulo, al Art. 2 que el Estado sostiene el culto católico, y entre las funciones del Congreso, se mantiene la actitud hispanica de evangelizar a los indios. Registra una fórmula de juramento, obligada para el ejecutivo y Legisilativo, es más, era condición para ser presidente de la Nación. Y así fue desde 1853 a 1955, en que perdió el catolicismo al asociarse con liberales para producir el 16 de setiembre, que no paso de ese año, en tanto no solo Lonardi es desplazado.

Por otra parte, fue la Iglesia católica la que, con su antiprogreso, en tanto era anatema, para la doctrina, se convertía en defensora de aquende nuestras fronteras, frente al avance del liberalismo británico protestante y masón, cargado de mercancías. No por mero azar, la Vuelta de Obligado, se da bajo el gobierno del Restaurador de las Leyes (De Indias) Habsburgas, Juan Manuel de Rozas, entre otras de un federalismo de “Religión o Muerte”. Los censos dan durante unos cuantos de ellos, un 95% de religión católica. Yel mismo Papa Urbano VII dividió aguas y tierras, que separaba las posesiones de España y las de Portugal

Tal vez al borde del abismo, donde está en juego la misma sobrevivencia de la especie, y las respuestas, no superan, muy por el contrario, naturaleza y dirección originaria del Poder, haya que acudir a la inversión de “Tolomeo a Copernico” y/o de “Homero a Hesíodo” pero, ahora, de “Copérnico a Hubble” y /o de “Hesíodo a F. Chávez” más aun si pensamos en y/o desde la virtualidad de los "cuantos" y hasta de universos paralelos. Indudable que nuestra educación además de obsoleta y anacrónica requiere un replanteo, no sólo por lo dicho por Fermín Chávez, que, desde la periferia, no es algo menor. Pero, ya que estamos, nada impide, que antes del apocalipsis que se preanuncia, estratégicamente, no posterguemos –si Dios quiere-- el “amén” a la pedagogía liberal “Nico-Mitro-Sarmientina”.

“Si no inventamos erramos” decía Simón Rodriguez, luego desde Martín Fierro sabemos que “al mal erramos la cura” Y con Moreno- no ignoramos que “mudamos de tiranos sin cambiar la tiranía” Y con Jauretche nos dimos cuenta que “no es cuestión que nos cambien de collar sino en dejar de ser perro. Finalmente con Perón, “Los argentinos debemos ponernos de acuerdo, porque la disyuntiva es la guerra civil.” (http://www.arteuna.com/convocatoria_2005/del70al76/Cronologia-74.html)

Por empezar, desde los griegos, aceptada la distinción entre lo homérico y lo hesíodico, vale retengamos, que como vimos, ellos, admitían una democracia con esclavos y que la educación en artes liberales era para los hombres libres, contrario sensu, las manuales, oficios, etc propia de esclavos. No hay duda, que en 1955, nos vuelven, a al modelo homérico, tanto en la historia como en la educación. Es decir, “nico-mitro-sarmientino”. Sin embargo, desde nuestra visión “peripheriae” pos y-peronista, estabamos más próximos –de hecho – al modelo hesíodico al que lenta y progresivamente avanzamos con Ricardo Nassif, Gustavo Cirigliano, Paulo Freire, Augusto Perez Lindo, Enrique Dussel, Mario Casalla, Adriana Puiggros, José Pablo Feinman, entre otros. Por cuanto vale la educación liberadora no liberal, que, desde Jorge Abelardo Ramos, Arturo Jauretche, Fermín Chávez no admite dudas sobre que el replanteo pedagógico lleva además de aquellos cultores la dirección dada por estos antecesores. No es lo mismo la UON (Universidad Obrera Nacional) que la Tecnológica, que es como decir educación técnica con visos de “bachillerato” se le parece pero como “capitis diminutio” . El paradigma hesiódico reclama sino impone la UON.

Quienes pretendan un cambio en nuestra educación comiencen, como bien dice Norberto Galasso, por “pensar en nacional” tal vez descubra la relación que se supone debe darse entre educación, realidad y función, cosa que ya conociera Martín Fierro

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