EL TRANSFORMISTA
Eriberto De Pablo
"Yo no soy de los que piensan que a alguien por el solo hecho
de ser funcionario político hay que pagarle mal", sentenció
el mandatario rionegrino Alberto Weretilneck, fijando, como premisa
mayor, que "para tener funcionarios aptos, capacitados y probos uno
tiene que retribuirlos bien". Como
este planteo además de falaz es muy protagórico, propio de la sofística,
que difunde creencias como que "el hombre es la medida de todas las
cosas en cuanto son y en cuanto no lo son". Obvio que por
las razones que expondremos no coindicimos y lamentamos tal autosustento
por parte de quien de aspirante a vice, las circunstancias,
convirtieran en gobernador.
Pero si bien
esto es constitucional, habría que preguntarse si es: ¿ético? ¿ político?¿
realista?¿de sentido común? ¿ lógico? etc. ¡No lo parece!. Pese a que el hombre
se tilde de transparente, porque en éste caso, debe serlo y parecerlo.
Desde antiguo viene que es digno el trabajador de su salario, claro que
la historia muestra que a un salario
digno se llega después de largo recorrido y mucho despojo, que va desde
la esclavitud, sin plus valía alguna, a unas no siempre transparentes leyes
laborables, más bien equívocas favorecedoras de malas praxis, que terminan
jodiendo a los trabajadores.
De visu comprobamos que no sucede lo mismo con los funcionarios donde lo
confuso como río revuelto favorece a
quienes si llegaran a decir lo que realmente piensan hacer no los vota nadie.
Asi tenemos que un candidato tiene un discurso cuando es tal y otro cuando es
funcionario. Pero esto responde a los vicios perennes de nuestro sistema
electoral, que nadie quiere cambiar en serio, porque el político como buen
sofista, pretende cubrirse tanto en la ida como en la vuelta y/o viceversa.
Tomemos este caso el Mandatario, que es a la vez funcionario político,
obvio que no puede ser, como tal, de los
que piensen: que por el solo hecho de serlo haya que pagarle mal. Además, de
prevalecer el buen criterio respecto de
aptitudes, capacidades y probidad, para justificar la buena paga, pues en este caso, tales cargos
debieran cubrirse por concurso. Así se evitaría lo que ya es moneda frecuente,
el que sabe sabe y el que no es jefe. Evidente que no ha sido por baja
“retribuciones” que hemos tenido funcionarios impresentables y otros procesables
que andan dando vueltas para vergüenza de todos.
Hasta ahora la cantilena se recicla
con cada nuevos funcionarios y las cárceles esperan atrapando solo a los más lerdos o que no
cerraron bien los acuerdos y las cuentas. ¿No habrá llegado el momento de
transparentar todo y que el militante que se supone lo es por la camiseta, no
pretenda ser funcionario por a la guita y/o las prebendas.¿O no advertimos que: cuanto mayor son ellas, la “guerra”
por los puestos a más de más violentas, dejan más escoria que competencia? Por otra
parte con su”mutatis mutandis” si el criterio del mandatario, fuese cierto y no
mendaz, no debiera aplicarse a todo trabajador y con más razón por cuantoellos llegan
por concursos y escalafón. ¡Ya sabemos como llegan los funcionarios políticos!
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