martes, 7 de agosto de 2012

EL TRANSFORMISTA

                                                                                                                         Eriberto De Pablo

        "Yo no soy de los que piensan que a alguien por el solo hecho de ser funcionario político hay que pagarle mal",  sentenció el mandatario rionegrino  Alberto Weretilneck, fijando, como premisa mayor, que "para tener funcionarios aptos, capacitados y probos uno tiene que retribuirlos bien". Como este planteo además de falaz es muy protagórico,  propio de la sofística, que difunde creencias como que "el hombre es la medida de todas las cosas en cuanto son y en cuanto no lo son".  Obvio que por las razones que expondremos no coindicimos y  lamentamos tal autosustento por parte de quien de aspirante a vice,  las circunstancias,  convirtieran en gobernador.

        Pero si bien esto es constitucional, habría que preguntarse si es: ¿ético? ¿ político?¿ realista?¿de sentido común? ¿ lógico? etc. ¡No lo parece!. Pese a que el hombre  se tilde de transparente, porque en éste caso, debe serlo y parecerlo. 

         Desde antiguo viene que es digno el trabajador de su salario, claro que la historia muestra que a un salario  digno se llega después de largo recorrido y mucho despojo, que va desde la esclavitud, sin plus valía alguna, a unas no siempre transparentes leyes laborables, más bien equívocas favorecedoras de malas praxis, que terminan jodiendo a los trabajadores.

          De visu comprobamos que no sucede lo mismo con los funcionarios donde lo confuso como  río revuelto favorece a quienes si llegaran a decir lo que realmente piensan hacer no los vota nadie. Asi tenemos que un candidato tiene un discurso cuando es tal y otro cuando es funcionario. Pero esto responde a los vicios perennes de nuestro sistema electoral, que nadie quiere cambiar en serio, porque el político como buen sofista, pretende cubrirse tanto en la ida como en la vuelta y/o viceversa.

         Tomemos este caso el Mandatario, que es a la vez funcionario político, obvio que no puede ser, como tal,  de los que piensen: que por el solo hecho de serlo haya que pagarle mal. Además, de prevalecer el buen criterio respecto  de aptitudes, capacidades y probidad, para justificar la buena  paga, pues en este caso, tales cargos debieran cubrirse por concurso. Así se evitaría lo que ya es moneda frecuente, el que sabe sabe y el que no es jefe. Evidente que no ha sido por baja “retribuciones” que hemos tenido funcionarios impresentables y otros procesables que andan dando vueltas para vergüenza de todos.

         Hasta ahora la cantilena se recicla con cada nuevos funcionarios y las cárceles esperan  atrapando solo a los más lerdos o que no cerraron bien los acuerdos y las cuentas. ¿No habrá llegado el momento de transparentar todo y que el militante que se supone lo es por la camiseta, no pretenda ser funcionario por a la guita y/o las prebendas.¿O  no advertimos que: cuanto mayor son ellas, la “guerra” por los puestos a más de más violentas,  dejan más escoria que competencia? Por otra parte con su”mutatis mutandis” si el criterio del mandatario, fuese cierto y no mendaz, no debiera aplicarse a todo trabajador y con más razón por cuantoellos llegan por concursos y escalafón. ¡Ya sabemos como llegan los funcionarios políticos!